La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es una cita ineludible para todos los conductores; tiene unos plazos de obligado cumplimiento según el uso, los años y la clase de vehículo.
Las revisiones son fundamentales para comprobar que los elementos de seguridad y el estado general de los vehículos cumplen unos requisitos técnicos mínimos para circular. Si no existieran los controles periódicos, la seguridad vial y el medio ambiente se resentirían gravemente.
Si los técnicos detectan en la ITV que un vehículo tiene deficiencias relevantes, tendrá que volver a pasarla en un plazo máximo de 2 meses. Cada vez hay más conductores que prefieren no arriesgarse y optan por llevar su coche o moto a una revisión pre ITV que garantice el éxito de la revisión obligatoria. Ventajas de las revisiones previas.
Ventajas de las revisiones previas:
Realizar una revisión pre-ITV a tu vehículo es algo que te puede hacer ganar tiempo y dinero, ya que te evitará posibles sustos en tu revisión ITV. Es fundamental que acudas a un taller de confianza para que te realice una revisión íntegra de los siguientes elementos:
El estado de los neumáticos incluyendo su profundidad.
Si se trata de un automóvil, deben revisar los cinturones de seguridad y su amarre para ver si funcionan de manera correcta. Además, también deben comprobar que las puertas y las ventanas abren y cierran de manera correcta.
Elementos externos como los retrovisores, las placas de matrícula y el limpiaparabrisas, para ver si se encuentran o no en buen estado.
El nivel de ruido, para que no supere el indicado por el fabricante.
El nivel de señalización y alumbrado para comprobar que no tiene ninguna deficiencia.
El sistema de dirección, para que funcione con normalidad.